Este escritor riojano pasó su juventud soñando música en varias bandas de rock. Quizás la primera pregunta no pueda ser otra ¿En qué momento y por qué alguien cambia las notas musicales por la aventura de escribir?
Respuesta: Podría decirte que al final hacer música y escribir para mí se trata de lo mismo, y no te mentiría. Pero lo cierto es que la edad fue determinante. Tocar en un grupo es un acto que tiene mucho de exhibicionismo, pero también mucho de socialización, de compartir. Escribir es una tarea solitaria, más intimista y personal y que encaja mucho más con dejar atrás la juventud. Para mí hacer música es como estar en un escaparate y escribir es un poco sentarte a solas en la trastienda. Pero en el fondo de ambas actividades subyace la necesidad de contar historias. Tan sólo varía el vehículo que usas para llegar a los demás.
Tanto en la música como en la escritura ¿eres de los que piensa que se nace con el don o bien a base de cursos y mucha paciencia se puede brillar en cualquiera de estas áreas artísticas?
Respuesta: No creo que haya gente que nazca con un don para crear y otra no. El acto de crear es consustancial al ser humano. Nacemos con ansias de explorar, de pisar territorios desconocidos; elementos que forman parte esencial del arte en sí mismo. Pero eso no significa, por mucho que nos repita el marketing, que podamos hacer todo lo que nos propongamos. Yo nunca podré jugar al baloncesto como Jordan, ¡por mucho que lo intentara en mi adolescencia! Por eso tenemos que averiguar qué nos hace felices y si se trata de escribir o de tocar la guitarra, adelante… pero con los pies en la tierra y no perdiendo de vista la motivación de disfrutar de ello en la dimensión que nuestras habilidades nos permitan. Hay una obsesión por el éxito inmediato, por lo efímero que hace que mucha gente viva en una ansia perpetua. Que un escritor olvide por qué escribe es lo peor que le puede pasar. Así que los cursos y la experiencia sirven, pero si no se escribe porque te hace feliz, mal vamos.
Con “El diablo en Florencia” ganaste un certamen del premio Círculo de Lectores de Novela. En estos momentos ¿crees que da más prestigio en el mundo editorial un premio de este calibre o ser un escritor influencer en las redes sociales? En este mismo sentido ¿crees que el mundo editorial ha evolucionado al mismo par que la tecnología e internet?
Respuesta: Tener un cifra alta de seguidores en redes sociales abre muchas puertas. Es un juego en el que la industria literaria está cayendo demasiado a menudo. Pero la relación entre esas redes sociales y potenciales lectores no deja de moverse en el terreno brumoso de las previsiones. Y cuando esas previsiones se convierten en ventas no sólo es algo muchas veces efímero sino que transforma el libro en un objeto de uso más que de disfrute.
Internet es algo muy enriquecedor para el mundillo literario, pero si lo convertimos en una herramienta exclusivamente de venta y promoción perdemos mucho de la retroalimentación lector/autor y se está creado una burbuja que no sé hasta cuando durará. Pero lo que el lector busca es ante todo honestidad. Tanto si se trata de un escritor que triunfa en redes como del ganador del premio más prestigioso del mundillo literario. Un libro sin alma, sin su propia esencia se quedará en nada.
Tu última novela “La sangre de la tierra” de editorial Esfera de los Libros está ambientada en la Rioja del siglo XIX, la anterior novela en la Italia del XVI ¿Se podrían encuadrar ambas en el género de novela histórica? ¿O bien Óscar Soto cree que son mucho más que un único género?
Respuesta: Un escritor ha de ser, ante todo, un lector; y como lector no me gustan las etiquetas ni en mi biblioteca hay un único género literario. Quiero lo mismo como escritor.
Hay gente que trabaja un único género y es algo muy lícito, pero no es para mí. Yo quiero contar historias y si eso implica cambiar el registro incluso de soporte, como me sucede con el cómic, estoy encantado de hacerlo.
El Diablo en Florencia es un thriller con toques de novela histórica, y vendió 20.000 ejemplares. Lo fácil habría sido hacer una segunda parte, o al menos recuperar los personajes, pero no era lo que en ese momento me apetecía. La Sangre de la Tierra se asoma más al territorio de la novela histórica, porque es lo que la historia demandaba, pero quién sabe si volveré al thriller.
Si he de tener una etiqueta que sea la de todoterreno, que es la que aplico a los autores que admiro.
Creo que cursas actualmente Historia del Arte en la universidad. Me da que has apostado ya cien por cien por seguir escribiendo novela histórica ¿o has pensado explorar con otros géneros? De hecho, te iniciaste en la escritura con relatos cortos.
Respuesta: Como te decía en la respuesta anterior no me quiero centrar en un único género a no ser que tenga algo que implique un recorrido muy largo. Prefiero escribir historias que me ilusionen y emocionen sin tener en cuenta etiquetas o géneros.
Las regiones donde convergen varios géneros suelen ser muy atractivas y es una territorio en el que me siento cómodo.
Hablemos de “La sangre de la tierra”. Muy resumidamente trata de la industria vinícola en la Rioja y de dos familias que luchan con fervor y con alguna que otra mala práctica por hacer el mejor caldo. Claramente es un homenaje a tu tierra natal ¿Fue por ello más fácil encontrar la inspiración y crear tus personajes en comparación con la otra novela que se desarrollaba en Italia?
Respuesta: Fue muy fácil crear algunos personajes. Por ejemplo mi padre y mi madre sirvieron de esqueleto para construir a Carmen y Ángel. Pero al final en La Rioja del XIX, la Italia del Alto Renacimiento o un lugar que nunca se ha pisado, las personas son iguales. Varían las costumbres, la cultura, pero lo que sentimos, el amor, el odio, el deseo son universales. Lo que llevamos en el corazón o las tripas es lo que nos convierte en especie. Por eso en La Sangre de la Tierra quise ambientar la historia en zonas tan alejadas geográficamente y emocionalmente de La Rioja como Cuba y Estados Unidos. Lo que sí hace a esta novela única es la tierra. Que es un personaje más y que tiene que ver con un sentimiento que se encuentra en La Rioja en mayor medida que otras zonas que conozco.
Se dice que “La sangre de la tierra” no es una obra escrita espontáneamente. Es una narrativa cocinada durante algunos años, documentándote concienzudamente, incluso una vez acabada la volviste a escribir prácticamente desde el principio ¿Es así y por qué lo de reescribirla? ¿Qué fue lo que no te convenció de la versión inicial?
Respuesta: Justo lo que te contaba al final de la anterior respuesta: la tierra. Cuando concluí la primera versión me di cuenta de que la tierra no estaba presente del modo en que yo quería. Así que decidí ponerme a ello. Le di un mayor peso al terruño, hasta convertirlo en un protagonista más.
La Rioja es una región eminentemente agrícola, y se siente muy orgullosa de ello. Hay un amor casi reverencial hacia el suelo que pisas porque si lo cuidas, si te sacrificas por él, te recompensa. No es sólo el beneficio económico que obtienes, es también el orgullo de saber que algo tuyo trascenderá a tu propia existencia. No por algo en san Vicente de la Sonsierra, uno de los pueblos con más tradición vitivinícola de La Rioja, me insistían durante la presentación del libro que ellos “criaban el vino”. Así mismo, criar, como si hablasen de sus hijos.
Ese es el tema que subyace en La sangre de la Tierra: el deseo de dejar algo tuyo tras tu paso por la vida; un tema universal que sirve para el vino o para una catedral gótica.
¿Qué te aporta escribir a nivel personal? ¿Es una forma de hacer terapia, evadirte de la realidad, aflorar tus sentimientos, dejar fluir tu imaginación…?
Respuesta: No lo sé muy bien, pero siempre he sentido la necesidad de contar historias. Mi madre dice que con 4 años dibujaba tebeos de romanos y vaqueros del oeste americano, así que me viene de lejos. Pero de verdad que no es por una razón o no al menos por una única razón. Sólo sé que necesito escribir a diario, igual que necesito leer a diario.
Sabemos que para los escritores el proceso de la escritura es una experiencia casi “religiosa” ¿qué opinas del proceso posterior? Edición, publicación, promoción… ¿Te divierte tanto?
Respuesta: Escribir es un proceso solitario, intimista y en ocasiones doloroso y que puede hacer que dudes de tus capacidades. Cuando todo eso pasa y comienza el momento de presentar al mundo tu trabajo es algo que, al menos yo, disfruto enormemente. Es una parte maravillosa esa de ver como algo que surge de tu cabeza se transforma en un libro. Una parte en la que muchas veces sólo has de dejarte llevar por los profesionales que te rodean. En mi caso cuento con el inestimable apoyo de la agencia literaria de Silvia Bastos que hace que el momento de enfrentar tu obra a un editor sea algo más llevadero. ¿Y qué puedo decir de ver cómo una editorial trata tu historia con el mismo mimo y cariño que tú para hacer un buen libro?
Después, el asunto de la promoción puede ser estresante en ocasiones, pero enormemente placentero. Cuando la maldita pandemia llegó se tuvieron que aparcar muchos actos, por lo que el libro tuvo una promoción que fue cortada de modo abrupto cuando comenzaba a despegar, y te aseguro que lo eché mucho de menos. Ya estamos recuperando algunos actos y esperemos que 2022 sea aún mejor.
Quizás de la anterior pregunta se deriva la idea de haber fundado la “asociación riojana de escritores”, de la que eres presidente ¿Querías crear una visibilidad y fortaleza que no existían antes en tu región?
Respuesta: La Rioja tiene un nivel literario descomunal para su tamaño. Quizá porque aquí están las primeras palabras escritas en castellano y euskera, no lo sé. Pero lo cierto es que la ARE surge de la frustración de no tener un instrumento para unificar todas las propuestas literarias y como plataforma común ante instituciones. En un año y medio somo más de 60 socios y seguimos creciendo. La asociación sirve para que otros se nutran de las experiencias de los que les precedieron, pero sobre todo para exponer a la sociedad que además del indudable valor intangible que posee la cultura, también aporta su granito de arena al PIB. Los escritores hemos de defender nuestra labor y que se reconozca como algo que además aporta riqueza.
¿Estás trabajando ya en algún nuevo proyecto literario?
Respuesta: Ahora mismo estoy con el guion de un proyecto para cómic que espero poder presentar en otoño junto a su dibujante, Enrique Cabezón. Además estoy en fase de documentación de una nueva novela y de un modo u otro siempre estoy escribiendo. Ya sabes qué decía Picasso: “No creo en la inspiración, pero que esta te coja trabajando”.
Desde OBJETIVO MÁS LETRAS te deseamos una gran promoción de tu última novela e inspiración para escribir muchas otras.
“La sangre de la tierra” de editorial Esfera de los Libros está disponible en librerías y en las plataformas habituales de venta online.
Entrevista al escritor Óscar Soto Colás
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